miércoles, 30 de enero de 2008

Dime como escribes y te diré quien eres

A mi me gusta escribir con frases largas, de esas que agregan una coma, y otra, y otra. Para muchos es un defecto, pero a mi me gusta escribir así. No me importa para nada leer frases cortas, pero prefiero las largas. Me gusta que todo esté conectado en una misma frase, como si suelto no tuviera el mismo sentido. Además, ¿quién dice que está mal escribir frases largas? Será la gente con pulmones pequeños. Esa gente que para poder leer algo en voz alta necesita que las frases no tengan más de 5 palabras, "por eso de respirar", dicen. Si es que respirar es muy saludable, está claro. Pero no hace falta respirar tan seguido, que hay aire de sobra. No entiendo ese afán de la gente de acaparar el aire, y menos si es con la excusa de leer frases cortas. Además, yo me pregunto: ¿por qué tengo que ser yo la que escriba frases cortas? ¿por qué no son ellos los que hacen ejercicios de respiración? Si es que hay gente que no sabe adaptarse, y así vamos...

miércoles, 23 de enero de 2008

Cinco minutos

Solo la conocí durante cinco minutos. Esa es la percepción que tengo de ella: solo me dio cinco míseros minutos. El resto del tiempo que pasamos juntas fue vació, porque en ella todo era fingido. Cada pose, cada sonrisa, cada mirada eran falsas. Tenía que hacerlo para seguir siendo el centro del universo. Como si de una estrella se tratara, buscaba ansiosamente cámaras inexistentes a las que dirigirles los más diversos gestos: ahora sorpresa, ahora enfado, ahora indignación, ahora felicidad. Lo más paradójico era que ella moría por ser auténtica y, sin embargo, al fingir lo único que conseguía era que nada en ella lo fuera. No se a donde fue a parar después de esos minutos. Probablemente siga buscando gente desconocida a la que engañar, dándole cinco minutos repartidos en miles de horas vacías.